Caracteristicas de miembros de una secta
La dependencia emocional y social dentro de la secta es muy alta. La culpabilidad y la vergüenza se utilizan para controlar el comportamiento. El arrepentimiento público y la confesión son mecanismos comunes de control. Se solicita donaciones constantes y se exige la contribución de bienes personales.
La secta se presenta como el único camino hacia la salvación o la verdad. La expansión del grupo se considera esencial para su supervivencia. El miedo mantiene a los miembros dentro de la secta. La sumisión total es vista como una virtud. La salud mental y física de los miembros puede verse comprometida.
El miedo al castigo, ya sea divino o terrenal, es un factor de control poderoso. El líder es considerado infalible y sus decisiones no se cuestionan. La transparencia financiera es generalmente inexistente. La desobediencia se castiga con la exclusión, la vergüenza o el ostracismo.
Esto crea un sentido de exclusividad y dificulta la comunicación con el exterior. Existe una marcada dificultad para pensar críticamente sobre las enseñanzas del grupo. El pensamiento "nosotros contra ellos" es promovido constantemente. Esta visión polarizada justifica el aislamiento y la obediencia.
Un lenguaje propio y códigos secretos pueden desarrollarse dentro del grupo. La obediencia ciega a la autoridad es un principio fundamental. El mundo exterior se percibe como corrupto y peligroso.
El estrés, la ansiedad y la depresión son comunes debido al aislamiento y la presión. Los términos comunes adquieren significados diferentes para los miembros de la secta.