Explica las características generales del urbanismo barroco
Las iglesias y catedrales se sitúan en lugares destacados. Los espacios urbanos se conciben como escenarios para el poder y la pompa. Los jardines se integran en el diseño urbano, creando espacios de belleza y tranquilidad. Se diseñan como espacios abiertos y monumentales, rodeadas de edificios importantes.
El urbanismo barroco busca imponer un orden estético y social. La retícula ortogonal, aunque presente, se modifica con diagonales y curvas. Las plazas barrocas se convierten en centros de la vida social y política. La utilización de perspectivas y efectos ópticos es fundamental en el urbanismo barroco.
La estética prima sobre la funcionalidad. Los edificios se diseñan para ser vistos desde ángulos específicos. Se integran elementos de la arquitectura renacentista y medieval. El énfasis se pone en la apariencia y la monumentalidad. Son lugares de encuentro, celebración y representación del poder.
Los problemas de hacinamiento y contaminación persisten en las ciudades barrocas. Se diseñan para impresionar y transmitir la fe. Fuentes, esculturas y jardines se integran en el diseño para crear ambientes espectaculares.
La simetría y el orden son elementos fundamentales, aunque se rompen con la exuberancia ornamental. La planificación urbana refleja la importancia de la Iglesia en la sociedad. Las ciudades se transforman en grandes decorados para impresionar.
El urbanismo barroco se caracteriza por la grandiosidad y la monumentalidad. La planificación urbana busca conectar visualmente estos espacios clave.