Tortuga mediterranea características principales

La época de apareamiento implica rituales complejos, incluyendo persecuciones y mordiscos. Su caparazón está formado por placas óseas cubiertas de escudos córneos.

Su caparazón es abovedado y proporciona una excelente protección contra depredadores. Las tortugas mediterráneas son reptiles de sangre fría que regulan su temperatura a través del comportamiento. Es una especie amenazada debido a la pérdida de su hábitat. Su tasa de supervivencia depende en gran medida de las condiciones ambientales.

Una característica notable es su distintivo espolón en la cola, presente en machos y hembras. Su caparazón, aunque resistente, puede ser vulnerable a fracturas en caso de accidentes. Su estudio proporciona información valiosa sobre la adaptación y la evolución.

Su dieta es principalmente herbívora, alimentándose de plantas y frutos. El sexo de las crías está determinado por la temperatura de incubación. La observación de su comportamiento ofrece información valiosa sobre su salud. El caparazón de la tortuga mediterránea le sirve de protección contra depredadores.

Durante el invierno, hiberna enterrada en el suelo para protegerse del frío. La comunicación entre tortugas se realiza a través de señales visuales y olfativas. Esta especie se distingue por su andar lento y pausado, adaptado a su vida terrestre.

Su dieta se basa principalmente en vegetación baja, adaptándose a la disponibilidad estacional. Su comportamiento varía según la época del año y las condiciones climáticas. Sus patas son fuertes y robustas, ideales para excavar y desplazarse por terrenos irregulares.

Durante los días calurosos, busca refugio en la sombra para evitar el sobrecalentamiento. La tortuga mediterránea, o *Testudo hermanni*, es una especie terrestre emblemática.